Ganador del Premio Nobel dice que el COVID-19 es un virus hecho por el hombre

El ganador del Premio Nobel, Luc Antoine Montagnier, les explicó a los medios de comunicación de Francia que el COVID-19 fue creado por el hombre, contiene elementos del VIH y un parásito que causa la malaria, y como tal, fue la consecuencia de un accidente industrial mientras se desarrollaba la vacuna contra al VIH

  • Montagnier explica que la pandemia del COVID-19 podría terminar con la ayuda de “ondas interferentes”, porque la naturaleza rechaza la manipulación molecular
  • En un artículo de la organización Center for Open Science, Montagnier y el biomatemático Jean-Claude Perez explican que las mutaciones del COVID-19 sugieren que el virus está eliminando los elementos artificiales insertados
  • En la revista Quarterly Review of Biophysics, el científico noruego Birger Sørensen y el oncólogo británico Angus Dalgleish también consideran que el COVID-19 es un virus artificial
  • Una investigación realizada por el periódico londinense “The Times” revela muchas preguntas sobre los orígenes del COVID-19 y los sorprendentes encubrimientos

Las explicaciones de sus orígenes por los principales medios de comunicación no tienen sentido, mientras que los científicos cada vez están hablando más sobre este tema. Muchos expertos consideran que el virus fue una creación artificial y que se sintetizó en un laboratorio porque es imposible que la naturaleza haya creado las peculiaridades del genoma que lo hacen tan transmisible.

Los expertos que sospechan que el COVID-19 fue creado en un laboratorio tienen pruebas sólidas. De hecho, se han realizado investigaciones entre el Instituto de Virología de Wuhan en China y la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill para aumentar la infectividad y la mortalidad de un coronavirus similar al SARS.

Estados Unidos restringió las colaboraciones experimentales del coronavirus, conocidas como experimentos de “ganancia de función” (GOF, por sus siglas en inglés), entre 2014 y 2018 debido a los riesgos que representaban, pero el NIH anunció que la investigación se reanudaría en 2017.

Los científicos dispuestos a cuestionar el origen del COVID-19 enfrentan una reacción violenta de sus colegas y asociaciones científicas e incluso han sido despedidos como “teóricos de la conspiración”. Sin embargo, surgió una nueva voz que quizás aumentará la credibilidad sobre los puntos de vista del COVID-19.

El virólogo francés, Luc Antoine Montagnier, a quien se le otorgó el Premio Nobel de Fisiología en 2008 junto con Françoise Barré-Sinoussi y Harald zur Hausen por descubrir el virus del VIH, ha publicado sus teorías sobre este tema. Montagnier fue investigador en el prestigioso Instituto Pasteur de París.

Según ganador del Premio Nobel, el COVID-19 es un virus hecho por el hombre

Muchas personas dentro de la comunidad científica se sorprendieron cuando el aclamado Luc Antoine Montagnier apareció en el programa de televisión francés CNews, el 17 de abril de 2020 para decir que el virus que causa el COVID-19 fue una creación artificial y que los elementos del VIH y Plasmodium falciparum, un parásito que causa la malaria, se encuentran en el genoma del coronavirus.

Montagnier explicó lo siguiente:

“No fuimos los primeros desde que un grupo de investigadores de la India intentara publicar un estudio que demostrara que el genoma completo de este coronavirus [tiene] secuencias de otros virus, como el VIH”.

La investigación a la que se refiere Montagnier se publicó en el sitio web Biorxiv el 31 de enero de 2020, y desde entonces han eliminado la publicación. Los investigadores explicaron lo siguiente:

“Encontramos 4 inserciones en la glucoproteína espiga (S) que son exclusivas del 2019-nCoV y no están presentes en otros coronavirus. Es importante destacar que los residuos de aminoácidos en los 4 insertos tienen identidad o similitud con los del VIH-1 gp120 o el VIH-1 Gag.

Es poco probable que los 4 insertos únicos en el 2019-nCoV, todos los cuales tienen una similitud con los residuos de aminoácidos en las proteínas estructurales del VIH-1, sean naturales”.

Montagnier: el COVID-19 proviene de una vacuna fallida contra el VIH

En una aparición el 17 de abril de este año en el podcast francés “Pourquoi Docteur”, Montagnier explicó que el coronavirus había escapado de un “accidente industrial” mientras los científicos de la ciudad de Wuhan intentaban desarrollar una vacuna contra el VIH.

“Para insertar una secuencia del VIH en este genoma, se necesitan herramientas moleculares, y eso solo se puede lograr en un laboratorio”, dijo Montagnier. También explicó que cree que la pandemia se extinguirá de manera natural debido a sus orígenes sintéticos:

“La naturaleza no acepta ningún cambio molecular, el cual se eliminará, incluso si no se hace nada, mientras que las cosas mejorarán después de muchas muertes”.

Según el sitio web Corvelva, Montagnier explicó en el podcast que la pandemia se agotaría porque la naturaleza anularía las secuencias insertadas de manera sintética que aumentan la mortalidad del COVID-19:

“Con la ayuda de las ondas interferentes, podríamos eliminar estas secuencias y detener la pandemia. Pero tomaría muchos medios disponibles”.

Montagnier creó su teoría con un experto en biomatemáticas

Montagnier explicó que llegó a estas conclusiones: “Con mi colega, el biomatemático Jean-Claude Perez”, después de que “analizaron la descripción del genoma de este virus ARN”. El socio de Montagnier, es un científico francés y experto en biomatemáticas.

Según una biografía en línea, Perez ha demostrado que la codificación de ADN está estructurada por proporciones relacionadas con los números de Fibonacci, que son fórmulas matemáticas que en ocasiones se denominan como “código secreto de la naturaleza”. En un artículo que Montagnier y Perez publicaron en el Center for Open Science en abril de 2020, explican lo siguiente:

“Al utilizar nuestro enfoque biomatemático patentado, podemos evaluar el nivel de cohesión y organización de un genoma; Luego buscamos posibles rastros de VIH o incluso VIS [virus de inmunodeficiencia en simios]. Una primera publicación informa sobre el descubrimiento de 6 piezas de ARN del VIH VIS”.

Los elementos del VIH y VIS que detectan Montagnier y Perez, conocidos como elementos informativos exógenos, o EIE, proporcionan la base de su teoría de que el COVID-19 no es un simple virus derivado del SARS ni tampoco tiene nada que veer con los murciélagos. También explican lo siguiente:

“Una parte importante de estos 16 EIE ya existía en los primeros genomas del SARS en 2003. Sin embargo, demostramos cómo y por qué una nueva región que incluye 4 elementos informativos exógenos VIH1 VIH2 distingue todas las cepas del COVID-19 de todas las cepas SARS y Bat de manera radical.

Una región contigua que representa el 2.49 % del genoma completo de COVID-19 está compuesta por un 40.99 % de 12 EIE diferentes procedentes de varias cepas de retrovirus VIH SIV.

Una nueva región de alrededor de 225 nucleótidos nos parece una novedad, ya que esta región está muy ausente en TODOS los genomas de SARS, mientras que está presente y es 100 % homóloga para todos los genomas de COVID-19 listados en las bases de datos genómicas de NCBI o GISAID COVID-19. “

Más información sobre esta teoría

Después de una secuenciación de genomas relacionados de muchos países, regiones y períodos de tiempo diferentes por medio de su enfoque biomatemático patentado, Montagnier y Perez explican que su investigación les permitió:

“Demostrar cómo y por qué una nueva región que incluye 4 HIV/SIV EIE distingue todas las cepas del COVID-19 de todas las cepas SARS y Bat”.

También encuentran la presencia de plasmodium yoelii en el genoma COVID-19, un parásito que se utilizó en estudios de “estrategias de vacuna de ratones”. Este es otro EIE que no estaba en el SARS y los virus relacionados con murciélagos, explican Montagnier y Perez.

“Un análisis de las homologías de aminoácidos confirma la inserción muy probable de este EIE [plasmodium yoelii] en el COVID-19”.

Mientras decodifican los genomas de muchas “personas” con COIVID-19 en su investigación, Montagnier y Perez detectan mutaciones en las que los virus parecen estar tratando de “deshacerse” de los EIE exógenos, que los investigadores consideraron que se insertaron de manera deliberada.

Las mutaciones del virus parecen verificar las predicciones hechas por Montagnier a través de podcast francés “Pourquoi Docteur” acerca de cómo la naturaleza eliminará los “cambios que no son naturales”, razón por la cual espera que la pandemia se acabe de manera natural.

Otros investigadores están de acuerdo con Montagnier y Perez

Desde los comentarios de Montagnier a los medios de comunicación de Francia, otros investigadores han acordado que el COVID-19 podría haber sido creado por el hombre, con inserciones que insinúan la construcción del laboratorio.

En junio de 2020, una investigación publicada en la revista Quarterly Review of Biophysics hace afirmaciones similares. El científico noruego Birger Sørensen y el oncólogo británico Angus Dalgleish se refieren al COVID-19 como un “virus quimérico” y explican lo siguiente:

“Mostramos que el método de acción general del fagocitario dependiente sin receptor está relacionado con la carga acumulativa de las secciones insertadas que se colocan en la superficie de la espiga del SARS-CoV-2 en posiciones que se unen de manera eficiente mediante formaciones de puente salino; y al matar la espiga mostramos los epítopos no humanos de los que se ha seleccionado el Biovacc-19”.

Aunque las afirmaciones de en la revista Quarterly Review of Biophysics causaron controversia, el sitio web Minerva escribió que debería llevarse a cabo una mayor investigación.

“Minerva leyó un borrador del artículo y, después de una evaluación general, decidió que los hallazgos y argumentos merecen debate público, y que esta discusión no puede depender solo de las publicaciones de revistas científicas”.

Al igual que Montagnier, los antecedentes de Sørensen son trabajos de investigación sobre el VIH y en 2008 lanzó una novedosa y muy reconocida inmunoterapia para el VIH. En una entrevista con Minerva sobre su investigación reciente, explica lo siguiente:

“Hemos examinado qué componentes del virus son adecuados para unirse a las células en humanos. Y lo hemos hecho al comparar las propiedades del virus con la genética humana. Lo que encontramos fue que este virus estaba muy bien adaptado para infectar a los humanos. Tan adaptado, que resulta sospechoso”.