Un mundo en crisis comienza a transitar la pandemia

Por: Rosendo Fraga

Para Reporte Global

En el Líbano cayó el gobierno por una crisis precipitada por la detonación accidental de explosivos mal almacenados que causó 171 muertos y 4.000 heridos. El país se encontraba en default desde marzo, con un desempleo que rondaba el 30% y con manifestaciones contra el gobierno pidiendo que se vayan todos. La coalición estaba integrada por sunitas, chiitas y cristianos de todos los partidos relevantes con una distribución proporcional del poder, gracias a un sistema de repartición que distribuye cargos en el gobierno de forma proporcional entre las 18 comunidades religiosas que conviven en el país (un sistema que, para muchos analistas, termina generando más conflictos de los que pretende evitar). 

Los disturbios posteriores a la explosión, que destruyó buena parte de la capital del país, provocaron cientos de heridos. Tras intentar alternativas intermedias, todo el gobierno ha renunciado, incluido el primer ministro Hassan Diab, que estaba vinculado al Hezbollah. Ahora se espera que el presidente Aoun anuncie la convocatoria a elecciones en las próximas semanas. 

En Europa Oriental, en Bielorrusia el dictador en el poder desde 1995 (35 años en el gobierno) ganó la elección el 9 de agosto en medio de cuestionamientos y protestas. Lukashenko se impuso con cerca del 80% de los votos, pero la oposición desconoció el triunfo y salió a la calle protestando contra el resultado en las ciudades más importantes del país. El gobierno bielorruso va logrando dominar las protestas, mientras la líder opositora Svetlana Tijanovskaya -esposa de un dirigente opositor detenido- optó por refugiarse en Lituania. Días previos a la elección Lukashenko había denunciado acciones de Occidente y Rusia para desestabilizarlo con el acto electoral. El dictador bielorruso ha sido históricamente un aliado de Putin, pero en los últimos meses han comenzado a haber diferencias y ahora Lukashenko teme que esté en marcha un proceso como la Revolución Naranja en Ucrania para intentar desplazarlo con apoyo occidental. 

Siguiendo con África, el 6 de agosto se vio obligado a renunciar por denuncias de corrupción el primer ministro de Mauritania. Este fue el detonante de una crisis que se venía gestando ante el fuerte descontento por la situación económico-social, una falta crónica de tierras cultivables y una corrupción cada vez más extendida en el país. La renuncia se precipitó tras un informe elaborado por el Parlamento que daba cuenta de casos de corrupción en el gobierno anterior, pero que incluían también al primer ministro en ejercicio, Cheij Sidaya, que debió renunciar. El presidente Uld Ghazuani, integrante del partido que gobierna desde 2009, formó un nuevo gobierno con Mohamed Ould Bilal como primer ministro, y reemplazó a todos los ministros que sirvieron durante el gobierno anterior de su propio partido, en un intento por despegarse de las denuncias. A pesar de los cambios, hoy la situación política en Mauritania es incierta y no descartan una lucha de poder ante la profundización de las investigaciones. 

Pero la paradoja es que la incertidumbre electoral norteamericana es a la vez la mayor incertidumbre política en el mundo a 80 días de la elección presidencial. Si bien parece haber baja incertidumbre electoral -las encuestas en forma coincidente dan a Biden con una apreciable ventaja-, sucede lo contrario con la incertidumbre institucional, que hoy es muy alta. Trump ha anunciado primero que podría suspender la elección si la crisis por el Covid-19 se agudiza, también que podría desconocer el resultado si le es adverso y siembra dudas sobre el voto por correo, en una escalada institucional sin precedentes desde la Guerra Civil Norteamericana. 

Ante estos hechos, la manifestación más contundente y gráfica sobre el posible conflicto estuvo a cargo de Biden. Consultado sobre la posibilidad de que Trump se niegue a reconocer la derrota, el candidato demócrata -que eligió a la senadora Kamala Harris, de origen indio y jamaiquino, como su compañera de fórmula- afirmó que en ese caso verá salir a Trump «escoltado por fuerzas de seguridad de la Casa Blanca».